lunes, 26 de octubre de 2009

La fe que duda, por Thomas Merton


Frecuentemente, olvidamos que la fe cristiana es un principio de cuestionamiento y lucha antes de convertirse en un principio de certidumbre y paz. Uno debe dudar y rechazar todo el resto para creer firmemente en Cristo, y después que uno empezó a creer, debe probar y purificar la propia fe. El cristianismo no es meramente un conjunto de conclusiones predeterminadas. La mente cristiana es una mente que arriesga purificaciones intolerables y , a veces, por cierto muy a menudo, el riesgo resulta ser demasiado grande. La fe tiende a ser derrotada por la ardiente presencia de Dios en el misterio y busca refugiarse de Él, huyendo hacia las cómodas formalidades sociales y a las seguras convenciones en las que la purificación ya no es una batalla interior sino una cuestión de gesto externo.


Thomas Merton, del libro "Paz personal, paz social"

10 comentarios:

  1. Vaya, vaya... Esas son palabras muy fuertes. Dice que las personas huyen de la presencia de Dios en el misterio, hacia las comodas formalidades sociales. Me imagino que una de esas formalidades es la Misa dominical, por ejemplo. Seguramente esa es la razon por la que no voy a misa, porque solo me encuentro personas que huyen de la presencia de Dios, y se refugian en gestos externos. No hay nada de malo en los gestos, pero cuando los gestos son la expresion de una huida, se convierten en una constante evasion de ELLO: ahora me siento, ahora me levanto, ahora me arrodillo.... todo antes que estarse quieto delante del misterio. Esas ceremonias no son para mi, Jose Antonio, yo no deseo seguir huyendo.

    ResponderEliminar
  2. Comprendo lo que dices, pienso que quizá en algunas comunidades cristians que celebran la eucaristía como expresión de su comunión y de su fe el clima es diferente al de las misas de los domingos, convertidas en actos sociales de un cierto ambiente de la clase media.

    Necesitamso pluralidad en la Iglesia, hay diversas necesidades y momentos, lo malo es identificar un modelo con el único posible. Hoy en concreto es necesario crear grupos de gente que no se siente dentro ni fuera, sino en la frontera, que pueda compartir esa experiencia y pueda ser elñ fruto de otro modo de ser cristiano.

    ResponderEliminar
  3. Ser cristiano, no es ir a Misa o a la procesión ,ser cristiano, es dar testimonio del verdadero Cristo, y eso es hacer sentir a las personas, que son libres, que nadie les puede obligar a hacer nada que no quieran hacer.
    Que son Cristos vivos, que como El, cuestionan los poderes establecidos si no ayudan a las gentes a valerse por si mismas.
    Que consideran que son Dios, y que por lo tanto también consideran a los demás Dios.
    Que no tienen miedo de nada ni de nadie, pues ven la armonía en todo.

    ResponderEliminar
  4. Esto ultimo me gusta. Son Cristos vivos, eso lo subscribo.

    ResponderEliminar
  5. Aun la misa más acartonada, o simplona, o pobrecita, sigue siendo una misa. Nadie pierde nada con ir a ella, puedes seguir siendo el cristiano mágico que aquí pintan , si es lo que deseas. Pero lo que ella te puede dar, esa triste misa de "ambiente clase media", en cuanto es el misterio que es, eso no te lo puede dar ni el místico más iluminado del universo mundo. Pero claro, esto es muy poca cosa para sus señorías angélicas.

    ResponderEliminar
  6. Hola guiller.

    Comparto creo el fondo de lo que dices, no el tono de reproche, porque aquí creo que nadie es una "señoría angélica" sino buscadores que tendrán que descubrir, si es que no lo han hecho ya, ese misterio que tú pareces conocer.
    Para descubrirlo es bueno dudar y cuestionar desde la propia experiencia, no se menosprecia la eucaristía, se busca encontrar su sentido y hacerlo más transparente. El misterio está más allá de una forma u otra, pero las formas son importantes, por eso es bueno renovarlas y hacerlas plurales para que puedan ser vividas por caracteres y sensibilidades diversos.
    Los cristianos pudieron seguir manteniendo los ritos judíos del templo, pero encontraron otras formas más significativas para ellos.
    Para una persona que hace del misterio de la eucaristía un mero rito social te aseguro que sí le hace daño ir a esa eucaristía. Recuerda cómo San Pablo dice que una eucaristía celebrada como puro rito hace daño, por ejemplo en I Cor.

    ResponderEliminar
  7. Si sirve de algo mi propia experiencia, no hace mucho estuve en una eucaristía y sentí el misterio con gran intensidad. Me hubiese acercado a comulgar, pero recordé que la IC tiene sus extrañas normas, según las cuales una persona en mi situación no tiene derecho a tomar la comunión (pues ho he confesado ni sigo los mandamientos de la Iglesia), de modo que no me acerqué a comulgar. Despues de eso, hasta que la Iglesia no de la comunión a manos llenas, a todo el que la desee, sin condiciones, he decidido no acercarme mas a ninguna Iglesia. Cristo se ofrece a todos por igual, justos y pecadores, pero la Iglesia ha elaborado sus propias normas. (Antes se cae a pedazos, que da su brazo a torcer).

    con todo, si me permiten decirlo, Cristo está dentro y fuera de la Iglesia. Y puede comulgarse de muchas otras maneras. Por ejemplo, escribiendo en este blog.

    ResponderEliminar
  8. Naturalmente Cristo está dentro y fuera de la iglesia, aunque seguramente en la Iglesia está de un modo especial. Las normas de la Iglesia no deberían alejarnos de la comunión si nuestra conciencia desea comulgar, son instrumentos para ayudarnos no deberían ser obstáculos.No es necesario confesar antes de ir a comulgar salvo que uno sienta que está en una situación de no comunión con Dios y los hermanos, ni las normas eclesiáticas son absolutas, se deben discernir en cada caso su conveniencia o no.

    Como muy bien dices lá realidad de la comunión excede el rito, si bien encuentra en él un momento máximo de expresión, o así debería ser.

    ResponderEliminar
  9. Muy interesante. Segun tu, Jose Antonio, si alguien se siente llamado a comulgar, y estoy en comunion con Dios, no debe dudar en hacerlo. Es exactamente lo que me dijo el Padre Pepe Sanchez Ramos, quien me dio la comunion en su ermita varias veces. Creo que lo tendré presente si hay una nueva ocasion en la que sienta la llamada de un modo evidente.

    ResponderEliminar
  10. Hola José Antonio, ya he pasado a visitarte en tu otro blog, en realidad no tenía idea lo que era un "Monasterio cisterciense", estoy aprendiendo, me gustaría que algún día me visites y me dejes algún comentario... digo, si estás de acuerdo?

    Abrazos de Luz!!!
    Adriana Alba

    ResponderEliminar