martes, 27 de abril de 2010

Koan y apotegmas: Encuentro fecundo de “Palabras de Vida” para tener más luz en el Camino.




El Koan es un hecho o un dicho pronunciado o realizado por un maestro zen para manifestar o provocar la experiencia de la “iluminación” en el discípulo.



El Koan zen intenta ayudar a alcanzar la “mente original” (Honshin), nos intentan ayudar a darun paso más en el Camino espiritual, es una luz en ese camino, por eso, no tiene sentido ( o su sentido es banal) leído desde la mente racional, dual, la “mente calculadora”.


En sus orígenes los Koan eran espontáneos entre los maestros y los discípulos, más tarde fueron coleccionados y se elaboraron sistemas que los clasifican y señalan el orden en que deben ser “estudiados”, siendo el “método” de Hakuin el más seguido en la actualidad, en especial, en la escuela rinzai del zen japonés.


En la tradición monástica cristiana podemos encontrar un paralelismo (un equivalente homeomórfico diría Panikkar) con los Koan, se trata de los Apotegmas o dichos y hechos de los Padres del Desierto, los fundadores de monacato cristiano en Egipto y cercano Oriente entre los siglos III y IV. Se Trata igualmente de colecciones que recogen anécdotas y dichos de los Padres pronunciadas con ocasión de las consultas que diferentes personas les realizaban sobre el camino espiritual. Eran las llamadas “Palabras de Vida” o “Palabras de Salvación”.




En el cristianismo el estudio contemplativo de las Escrituras y de los apotegmas y otros escritos de la tradición cristiana era la llamada Lectio divina, un método que nunca se sitematizó tanto como el método de los koan zen y que simpre ha tenido en cuenta la importancia de la espontáneidad y la libertad del Espíritu en el estudio de las "Palabras de Vida", sin que ello fuera impedimento para necesitar confrontar nuestras impresiones con un maestro o director y con la enseñanza de la Iglesia.


Con el declive de la mística en Occidente estas colecciones de apotegmas y de escritos místicos se han intentado estudiar desde un punto de vista teológico o moral, pero el punto de vista adecuado es el espiritual, más allá de la razón, el punto de vista “koanico” o místico.



El encuentro con el zen puede ayudar a la tradición cristiana a redescubrir el sentido y la función de los apotegmas, así como de otros escritos de los místicos cristianos (p. e. San Juan de la Cruz).



En el pequeño camino de zen cristiano y cisterciense, que intentamos vivir en los talleres, se utilizan los escritos de los místicos cistercienses como si fueran Koans o Apotegmas. El método del Koan sirve para renovar la lectio divina o lectura contemplativa de la Escritura y la tradición cristina, evitando que se convierta en un simple estudio moral, teológico o una lectura puramente sentimental y subjetiva de los textos.



Por otro lado, la espontaneidad que la lectio divina ha mantenido en el cristianismo puede ayudar al zen a recuperar el aspecto de espontaneidad que tenían los Koan antes de su excesiva sistematización por las escuelas monásticas budistas, hasta el punto de señalar una “respuesta” correcta para cada Koan de un modo excesivamente rígido y estereotipado.



Creo que hoy los Koan cristianos y la aportación que la lectio divina cristina puede hacer al método de trabajo con ellos, pueden ser un camino de renovación de ambas tradiciones, zen y cristiana, y un modo de acrecentar la luz que se puede recibir tanto de la vía zen como del cristianismo (sin confundir ni mezclar ambas vías).

9 comentarios:

  1. Querido José Antonio.
    El blog está quedando cada día mejor. Muy buenos los enlaces laterales para descubrir nuevos sitios y los textos como siempre de calidad.
    Entre mis prioridades está pasar de visita por aquí como lectura espiritual.
    Darte aliento era mi interés hoy. Un abrazo en Cristo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias,
    Mario por tu ánimo, me gusta el nuevo formato del blog de la fraternidad,

    un abrazo fraterno.

    ResponderEliminar
  3. Para José Antonio.

    Hoy tocas un tema al que le he dado vueltas en alguna ocasión al oir los teishos de mi maestra zen, y es precisamente sobre la relación que tu hablas entre koans del budismo-zen y los apotegmas de la tradición cristiana.

    Lo que no me queda tan claro es que la lectio divina de nuestra tradición cristiana pueda tener una interrelación clara con la tradición de los koan. La lectura de la lectio divina no es una lectura únicamente intelectual sino desde el corazón, pero el uso de los koan yo lo veo muy enfocado al trabajo de seguimiento del discípulo con el maestro zen.

    En mi caso particular he dejado de leer de forma regular koans zen porque he llegado al convencimiento de que si no son trabajados en la relación maestro-discípulo pierden un poco su sentido, o pasan a ser una lectura espiritual más pero alejada de su intención original.

    Te felicito sinceramente por plantear estos temas en tu blog ya que en el mundo de habla hispana no conozco otros ámbitos internáuticos donde se pueda hablar sobre estos temas.

    ResponderEliminar
  4. Hola Jordi, gracias a ti por tu amable lectura, efectivamente planteas dos dimensiones importantes a tener en cuenta y a la vez a relativizar una vez que se han vivido:

    La FUNDAMENTAL iniciación recibida de otro, el zen o el monacato se transmiten por ósmosis, kokoro kara kokoro, de corazón a corazón, el dokusan es un momento importante de esta relación. No se aprende zen o monaquismo leyendo libros o koans, sino por relación con monjes o maestros zen. Por otro lado, la importancia de no quedarse enganchado en el maestro o el iniciador, que en realidad es también un discípulo, al pasar un koan aprenden maestro y discípulo, aunque desgraciadamente algunas escuelas zen han hecho muy rígida la relación y la respuesta al koan, creyendo que hay unas respuestas determinadas para cada koan que los maestos conocen (por eso en algunos ámbitos se pide secreto con respecto a las respuestas y al candidato a maestro se le dice que apunte en fichas las respuestas de los koan que han pasado para cuando sea maestro tener un fichero con las respuestas exactas).En algunos monasterios zen los monjes mayores les dicen las respuestas a los monjes novicios movidos por diversos motivos, lo que indica el grado de "superficialidad" a que puede llevar la rigidez.

    Una vez "abierto" a la Experiencia todo es Koan, todo es lectio divina, la lectio no es ya una técnica de lectura espiritual es una vivencia continua que es capaz de ver, de leer en la realidad cotidiana la presencia del misterio. En realidad la lectio es una praxis, vivir la Escritura (la Palabra que es algo más que un escrito) en la vida.Tus gestos son koan y cuando lees poesía o un anuncio puedes experimentar su carácter koánico. Quedarse enganchado a los koan o al dokusan es tan negativo como creer que uno por sí solo, leyendo, va a encontrar su verdadera naturaleza.

    Ahora bien, cuando uno tiene esa libertad descubre la importnacia de lo relativo, el respeto a lo relativo y vuelve a valorar la metodología y la estructura, y se vuelve respetuoso a la misma, sinedo fiel a lo esencial y relativizando lo no esencial de la misma, de manera que sabe que es bueno tener una estructura y es bueno ser flexible y romper la estrucutra si esta impide llegar a la espontáneidad de la mente original, de la libertad de los Hijos de Dios. Los verdaderos maestros tiene una cierta metodología que respetan y veneran y a la vez saben romper con ella cuando es necesario.

    un azbrazo.

    ResponderEliminar
  5. Hola, resulta interesante la cercanía de los Padres del Desierto con el zen y la espiritualidad oriental, pues tengo entendido que está documentado que ellos practicaban la meditación cristiana y ahora descrubro que también realizaban una actividad muy similar a la lectura de koans, ¿casualidad? No creo
    Saludos

    ResponderEliminar
  6. Sí los monjes practicaban la meditacion u oración contemplativa mendiante la repetición de "jaculatorias" o algo similar a la oración del corazón.

    Algunos han hablado de posibles contactos entre el budismo y el cristianismo ya en estas tempranas épocas.

    ResponderEliminar
  7. Para José Antonio.

    Rigideces y más o menos sectarismos no sólo los hay dentro de las iglesias cristianas.

    Muy agradecido por tus amplios comentarios sobre la práctica zen con los koan.

    Hasta la próxima.

    ResponderEliminar
  8. Veo que el blog que dirijo está como blog amigo de este tuyo. Es todo un honor para mi constar en tan destacada posíción, no creo merecer tanto

    Saludos, siempre entro a leer.

    ResponderEliminar
  9. Hola Unsui, gracias por venir por aquí, naturalmente tu blog es una referencia para todos los que se sientan cercanos al zen siendo cristianos así que debe figurar en este blog que también se siente cercano del zen.

    Mucho ánimo en el camino,
    unidos en la común búsqueda.

    ResponderEliminar