martes, 1 de junio de 2010

Entrevista con el Abad de Santa María de Huerta.




-¿Qué vigencia cree que tiene en la Iglesia de nuestros días la Orden del Císter. Ya que se trata de una de las más prestigiosas y antiguas?


~Más que hablarte de la Orden del Císter, que tiene su importancia, te hablaría del monacato en general. El monacato ha tenido una influencia grandísima. Hay una influencia a niveles más profundos, de dar un sentido a la realidad de las personas, al ser de las personas. Esa influencia es grande hacia aquellos que se topan con un monasterio, que están verdaderamente deseosos de buscar, a veces que están hartos, hastiados de tantas cosas superficiales de la vida. No obstante, el monacato, ha sido muy importante, no sólo en el cristianismo, en otras religiones, como un punto de referencia y una ayuda para que la gente tome conciencia de lo que realmente es, no de lo que hace, de lo que vale, de lo que tiene. Va a la raíz de la persona, y dentro de la misma Iglesia, como de cualquier religión, el monacato va más allá de las expresiones, incluso de las formulaciones dogmáticas. Todo eso por supuesto se acepta dentro de la Iglesia, pero se invita más a encontrarse uno con uno mismo, con su realidad humana, con Dios, y con los demás. Se va un poco a la esencia de la persona. Por eso creo que tiene una gran vigencia, por supuesto también en nuestro mundo, aunque no tenga esa atracción multitudinaria, que por otro lado es imposible.

¿Cuántos monjes habitan el monasterio?
~Monjes somos veinte.

-¿Cuál es la edad media de los monjes?
~Cincuenta y un años.

-Háblenos un poco de la cuestión económica del monasterio. Son muy autónomos, pero nos tememos que no andan sueltos de dinero


~Mira, nuestra vida es sencilla. Y no necesitamos muchas cosas para vivir. Nosotros procuramos no complicarnos excesivamente. Tenemos el membrillo - podíamos haber montado una empresa grande y no quisimos- un taller de iconos, la tienda, hospedería donde se acoge a gente, y aunque es muy económica...


-¿Cuántas plazas?
~No queremos que pasen de diez.


-¿Mixto?

~Sí; quizá más adelante ampliemos porque es mucha la demanda que hay. Pero claro los fondos son muy limitados. Todo esto lo hemos hecho nosotros, los monjes. La verdad es que hace años los monjes lo han pasado muy mal. Hoy día tenemos una economía sencilla, pero nos da para vivir y no pretendemos más.

-¿Qué supuso el Císter en la construcción de Europa? Esa idea ayudó a lo que ahora es Europa: valores democráticos, derechos humanos, convivencia, eso creo que estaba, no sólo, pero también en el Císter. El Císter fue el difusor de todo esto.


~No cabe duda. Porque cuando una cosa crece como la espuma hay una sintonía con el mundo que le rodea. Pero incluso esa influencia en Europa que decimos, cultura, valores, ya la encontramos previamente en lo que es la familia benedictina. Lo que sucede es que poco después de sufrir el Císter su expansión, empiezan a coger fuerza las Universidades, y se cambia la influencia de los monasterios a las Universidades.


-¿Se puede hablar de que el Císter tuvo una influencia en el ideal caballeresco de la Edad Media, como una sublimación de las armas...?

~No cabe duda de que cada uno somos hijos de nuestra época. Entonces en el tiempo de nace Císter el ideal caballeresco existe. Puede que aquellos que entran al monasterio sean hijos de su época y, de alguna manera, sublimicen ese ideal caballeresco. Ahora los que vienen al monasterio traen las ideas de nuestro mundo: democracia, comunidad...


-A eso nos referimos. Por aquél entonces gentes de armas que serían violentos y brutales, se les encaminaba hacia un idealismo, hacia una cierta ética...

~Exactamente. Y luego tenemos las órdenes de Caballería, están orientadas originalmente a proteger a los Santos Lugares, a los peregrinos, entonces lo que hace el papa Eugenio III, que fue cisterciense, es decirle a San Bernardo, "dale unas normas de vida a los Templarios, para llevar ese ideal caballeresco con una ética".

-Ahora que están muy de moda los temas esotéricos hay quien dice que San Bernardo trataba de recuperar los valores célticos, los druidas, los cristianizaba...

~No conozco muy bien ese tema. Pero de hecho el cristianismo ha recibido influencias del paganismo y las ha cristianizado.


-Bernardo de Claravaux fue el fundador de la regla de San Benito...


~Normalmente se dice que fue San Bernardo. Eso es por simplificar. En el siglo VI existe un monje llamado Benito de Nursia que escribe una regla como escribían tantos abades sus reglas para sus monjes. Estas reglas eran a veces cogidas por otros monasterios, a veces en el monasterio tenían varias reglas, entre ellas la de San Benito: una para fijarse en el aspecto litúrgico, otra para el aspecto práctico de la vida... Poco a poco, sobre todo en el siglo IX, se empieza a implantar la regla única de San Benito en muchos monasterios. Pero no es una orden concreta. Es una regla. Por eso se puede decir que hay familia benedictina, todos aquellos que siguen la regla de San Benito. Pero los monasterios somos todos muy autónomos. Pues bien, de entre estos monasterios que observan la regla de San Benito - algunos se juntan formando congregaciones- está la congregación de Cluny, que siguen la regla de San Benito. De un monasterio de esta congregación, llamado Molesmes, cluniacense y por lo tanto benedictino, se marchan varios monjes en grupo: al frente de ellos el abad, que era Roberto, a un lugar más solitario. Ellos buscaban una vida más solitaria, más sencilla, allí había una liturgia que acaparaba toda la jornada del monje... Buscaban una mayor sencillez, un trabajo manual para vivir de él, una mayor pobreza, una mayor soledad... Los monasterios se construyen en soledades y atraen a la población... Bien, este grupo de monjes, son los fundadores, aunque se pone como fundador a la cabeza de ese grupo que es Roberto. Pero nosotros hablamos de los tres fundadores, los tres primeros abades: San Roberto, San Alberico y San Esteban. Pasan los años y la verdad, es que fue una experiencia dura, porque como ellos vivían una vida muy austera, se quedaron reducidos a ocho, no había vocaciones. Después, al cabo de unos años, empezaron a entrar. Y en esto, que fue en 1112, mejor dicho ya los últimos estudios dicen 1113, entra San Bernardo, con familiares, amigos... Porque San Bernardo era una persona de una grandísima personalidad, y atraía a muchos. Y San Bernardo es el que le ha dado el empuje: espiritual e incluso humano, al Císter. Es una persona que de alguna manera eclipsa a los fundadores

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