El camino espiritual cristiano, es a través del cuerpo.
“Si tu ojo derecho es para ti ocasión de pecado sácatelo, tíralo (Mt. 5,20).
Hasta ahora en el cristianismo, ni en la oración, ni en el arrepentimiento ni en la lectura de la Biblia, se ha dado mucho valor al cuerpo. Pero cuando hacemos Oración Centrante, ponemos cierto énfasis en el cuerpo. Es decir, se sienta uno, primeramente tomando una posición correcta, acompasando la respiración y con la palabra sagrada… preparando el corazón para ir al encuentro. Por lo que podemos decir, que este camino es como que va “del cuerpo al corazón”, otros dirán que es de la cabeza al corazón. Entonces tengamos presente que el cuerpo es algo importante en el camino espiritual, yo agregaría que es un excelente camino hacia una profunda experiencia religiosa. Sentarse con el cuerpo en posición correcta, acompasar la respiración y preparar el corazón, y eso es todo. Sin embargo como ha cambiado mi vida y la vida de otros que me acompañan en esta experiencia, experiencia de descubrir nuestro rostro original el cual esta dotado de una fuerza prodigiosa. Es una lástima que muchos siguen sin conocer las bondades del método para desarrollar esta fuerza prodigiosa de que está originalmente dotado. El secreto reside en penetrar al cuerpo y extraer la fuerza total del mismo.
aprender a través del cuerpo, es la vía que nos eleva hacia la conciencia del presente en el que dios vive en mi.
ResponderEliminarEse dios que se hizo carne, pan y vino para darse como liberación de los sentidos, es camino que debe andarse descalzo, respirando, en quietud para aprehenderse en su infinitud.
Un abrazo
Adriana
Que buena entrada , José Antonio...aún no conocía tu otro blog.
ResponderEliminarBien...yo la practico la Oración Centrante... y es una buena disciplina para ir trascendiendo ese yo que nos obstaculiza nuestra Unión con DIOS.
En Unión de Pregarias, hermano.
Un sincero y fuerte abrazo en CRISTO.
Una de mis anteriores entradas en el blog, también trataban del cuerpo... como primer eslabón.
ResponderEliminarUno empieza por eso...lo más inmediato... despertando para reconocerle en ese nivel físico... que es en principio el más manifiesto.
Mil gracias, José Antonio... iré pasando por aquí... es como si hubiese venido desde hace indefinido tiempo...es curioso.
Un Abrazo desde SU UNIDAD.
La oración centrante ¿es lo mismo que el zazen?
ResponderEliminarGracias Adriana por tu aportación tan inspirada y bella.
ResponderEliminarHola Carmen, gracias por venir porr aquí, este blog lo actualizo menos pero está más centrado en el carisma cisterciense y en la praxis espiritual. Tus aportaciones siempre son estupendas.
Unsui, no sé si estoy cualificado para responder a tu pregunta. Seguramente no son lo mismo, la oración centrante es una tradición cristiana occidnetal y el zen una tradición oriental, pero creo que en otro sentido también lo son. Zazen no es sólo la sentada zen, zazen puede ser el tiro con arco, la ceremonia del te, etc... según explican muchos maestros, en especial,los de tradición rinzai. Así que para muchos la oración centrante puede ser también un tipo de zazen, pienso.
Gracias por seguir mi humilde blog.
ResponderEliminarMi experiencia me dice que la oración necesita una predisposición, una actitud mental. Como cuerpo y mente están íntimamente unidos, también la preparación corporal y del entorno creo son necesarias para tener dicha predisposición.
Un abrazo
Pablo