Un lugar para conocer la mística cisterciense en sus más variadas manifestaciones (las tradicionales: monásticas, caballerescas-Temple y otras órdenes de caballería- y las más actuales: laicales y el zen cristiano) abierto a tod@s los que sienten interes por ella o desean encarnar en sus vidas este carisma tan plural.

martes, 2 de marzo de 2010

UNA NUEVA ESPIRITUALIDAD MONÁSTICA PARA UN MUNDO EN EMERGENCIA




LA EMERGENCIA DEL MUNDO PARA LA ESPIRITUALIDAD.


Hace unos años se decía que monje es aquel que todos los días cuando se levanta se pregunta qué es un monje. El monacato es una búsqueda constante y a la vez una respuesta en cada época a esa búsqueda. ¿Qué se busca? La unificación, la integración de toda la realidad, personal y colectiva, interior y exterior, histórica y suprahistórica. Una experiencia de comunión con el cosmos, el hombre y Dios.

Ser monje hoy es hacerse esa pregunta e intentar darle una respuesta con todo el ser y no sólo con la cabeza. Hoy en el monacato hay diferentes respuestas a la pregunta, y diferentes búsquedas.

Algunos de los monjes y monjas hoy se sienten insatisfechos con las respuestas recibidas de otros momentos históricos. Quizá Thomas Merton se ha convertido en el paradigma de estos monjes que plantean la necesidad de salir del aislamiento y de abrirse al mundo sin fundirse con él para poder transmitir la vida monástica en el nuevo contexto humano e histórico.

Desde fuera del monacato institucional también se reclama la necesidad histórica de la experiencia monástica, entendida como experiencia de comunión e integración de toda la realidad que somos, para dar respuesta a la encrucijada histórica en la que estamos y que ya no podemos resolver sólo desde la cabeza, la técnica, o el poder sino desde lo más profundo de nuestro ser, danto una respuesta desde el cuerpo, desde las emociones, desde la razón y desde la espiritualidad. Raimon Panikkar ha reclamado el monacato como arquetipo válido todo ser humano y como modelo de la nueva experiencia que debe dar lugar a una manera de vivir unificados en medio del mundo caótico y fragmentado actual, sin caer en proyectos uniformadores y comprometiéndose con ese mundo. Experiencia que llama de nueva inocencia, de confianza en la realidad cuando no excluimos elementos de la misma sino que los integramos todos.

Hoy son muchos los monjes y monjes que plantean la necesidad de que el monacato se transforme sin perder sus raices, poniendo su centro más en ser lugar de encuentro, acogida, humanización en diálogo con el mundo que en modelos de separación y aislamiento del mundo de otro tiempo. Podemos recordar las últimas semanas monásticas cómo muchas intervenciones van en esta dirección: Juan Mªde la Torre, Cándida Saratxaga, Rosario Fernández Miranda, Enrique Mirones, Rosa Mª Piquer, etc…
La orden cisterciense de la estrecha observancia, ha dado pasos en esa dirección, la apertura de las hospederías como lugares de encuentro y acogida a todos, el compartir el carisma con los laicos, con la creación de fraternidades laicas cistercienses, la extensión del principio de subsidiaridad en las comunidades (democratización), el salir de modelos de comunidades de observancias a comunidades de valores y hoy a comunidades de personas valiosas (Bernado Olivera), la renovación de la liturgia, dejando el latin y renovando lentamente y con tensiones los textos litúrgicos que puedan hoy generar lecturas machistas o violentos, la salida de modelos patriarcales y logocéntricos a modelos relacionales y que intentan integrar en igualdad la percepción femenina del mundo, con expresión de todo ello a nivel estructual: reuniones mixtas de los capítulos generales con la petición de un capítulo general mixto con la posibilidad de una abadesa general, aprobada en el 2005, que por ahora la Santa sede ha frenado.

En medio de este proceso, algunos monjes intentamos ahora llevar el monacato cisterciense a las ciudades, a la sociedad, creando redes de personas y comunidades, redes de corazones, que sientan y siembren la inquietud de la búsqueda espiritual e intuyen que es la espiritualidad la respuesta a la encrucijada de nuestro mundo. Por ahora, es una experiencia joven iniciada en el año 2008 con diversas actuaciones.

El primer paso en la experiencia fue el compartir durante un año la vida monástica viviendo en un Hogar para transeúntes en Madrid y con posterioridad hemos pedir vivir fuera de la comunidad difundiendo el carisma cisterciense viviendo en medio de la sociedad y en diálogo y aprendizaje con la misma y con la comunidad monástica madre, Huerta.

LA EMERGENCIA DE LA LA ESPIRITUALIDAD PARA EL MUNDO.

La principal intuición que nos sustenta es la necesidad que la actual situación nos manifiesta de dar una respuesta desde la espiritualidad a la crisis y al cambio en el que estamos sumergidos.
Espiritualidad que salga de modelos dualistas (mentales) o monistas (uniformadores) que han generado la crisis, para vivirse desde modelos de acogida y encuentro, basados en una visión pluralista y relacional de la realidad. Redescubrir la espiritualidad de la Amistad que está en la base de la mística cisterciense y del proceso que estamos viviendo, ya que la búsqueda ha nacido y prosigue en un diálogo amistoso entre monjes que hoy quieren vivir el monacato de un modo nuevo y tradicional y laicos y laicas que quieren participar de él y aportar su visión.
Nuestra intuición es que la espiritualidad hoy debe ser una espiritualidad integral e integradora. Integral porque debe abarcar e integrar todas las dimensiones del ser humano, que para la antropología cisterciense son cuatro: la corporal, la psicológica, la espiritual y la social. Estas cuatro dimensiones están representadas por los cuatro lados de los claustros cistercienses, correspondiendo cada lado a un aspecto y debiendo el monje recorrerlos todos a lo largo del día y de la vida. En nuestra vida secular se trataría de integrar todas estas dimensiones, si n excluir ninguna, viviéndolas en nuestro contexto cotidiano.

Integradora porque ha de vivirse desde el encuentro con otros, desde el diálogo con otras experiencias, ya que hoy la complejidad de nuestro mundo no nos permite que una única respuesta sea la solución a nuestros problemas. De ahí que hoy los monjes con estas inquietudes queramos abrirnos al encuentro con todas las otras experiencias de búsqueda de la unificación personal que están gestándose en el mundo: (Raimon Panikkar) Movimientos sociales alternativos que buscan modelos más inclusivos e integradores, nuevas espiritualidades, movimientos culturales que intentar superar la fragmentación logocéntrica, patrial y egoica de nuestro mundo: feminismo, ecologismo, pacifismo, terapias alternativas corporales, emocionales, humanistas, las místicas orientales y de otros carismas cristianos católicos o no….

Esta orientación nos ha llevado a entrar en contacto con esos mundos y a releer nuestra propia tradición cisterciense con las aportaciones que estos puntos de vista nos dan.
Intentamos estar presentes en estos ámbitos donde se gesta la nueva espiritualidad, aprender de ellos, aportando también nuestra tradición. En concreto no hemos introducido en el zen, en la terapias de diversas escuelas, participamos en encuentros ecuménicos con otras comunidades cristianas, nos hemos comprometido en el trabajo con los transeúntes colaborando con la Asociación Jesús Caminante, apoyamos iniciativas sociales y eclesiales que intentan presentar alternativas a los modelos fragmentadores o uniformadores actuales: neoliberalismo, globalización, modelos uniformadores restauracionistas o modernistas eclesiales…
Difundimos a través de Talleres de espiritualidad un camino para vivir la espiritualidad monástica hoy de un modo nuevo y tradicional, uniendo al metodología zen y la mística cisterciense, dando instrumentos y mapas para que los que sienten la necesidad de la unificación mediante la integración puedan ir dando su propias respuestas; no se trata de dar respuestas hechas sino de propiciar que cada uno aporte su experiencia y compartir juntos esta experiencia en grados de compromiso diversos y plurales. La respuesta no es algo puramente subjetivo e interno, intentamos que sea con todo el ser y abarque todas las dimensiones de los que participamos: el compromiso ético y social, el compromiso comunitario además del compromiso con el propio camino y el propio ser.

El objetivo final es que los talleres culminen en al creación de comunidades, redes y personas comprometidas con la espiritualidad y con el mundo.

LA UTOPÍA QUE NOS MUEVE: LA CONVERGENCIA DEL MUNDO Y LA ESPIRITUALIDAD

La utopía que nos mueve es la encarnación de un nuevo estilo de monacato, abierto, plural, no exclusivo de los religiosos, que se revela como arquetipo presente en todo hombre y toda mujer y que puede hoy ser paradigma de la respuesta integradora que la complejidad de nuestro mundo busca.

Pensamos que los monasterios hoy deben ser lugares de encuentro y acogida, abiertos a todos los buscadores, a todos los dañados por la situación de complejidad y dolor del mundo que vivimos, buscadores que sólo encontrándose y abriéndose unos a otros podrán dar respuesta al enorme Koan que es la situación actual.
Y además, el monacato hoy debe descubrirse como un camino y una respuesta más allá del ámbito de las instituciones monásticas, necesitamos monjes laicos, redescubrir la dimensión monástica que todos tenemos, formándose estos buscadores en comunión con el monacato tradicional (el monacato es una experiencia que se transmite de unos a otros , no podemos cortar con las raíces) pero fuera de los límites de los claustros tradicionales personas, colectivos que sean claustros vivientes, es decir, integrados e integradores, creadores de comunión y de espacios de acogida en el que todos podamos dar respuesta al koan que el mundo y nuestra vida nos presentan.
El monacato no es sólo una búsqueda y una pregunta que necesita ser respondida (¿Cómo lograr la integración de todo mi ser y de mi ser en toda la realidad hoy? ) sino que también es en sí mismo una respuesta: la apertura a Dios, al cosmos, al otro y a mí mismo; el camino de integración que recorremos para responder a ese koan es en sí mismo la respuesta, respuesta que no es otra que la experiencia mística de todos los tiempos y que hoy debemos vivir cada uno desde su peculiar situación y naturaleza. Y es que hoy ya no valen respuestas en solitario, separados y aislados unos de otros vamos al desastre, hoy todos tenemos que dar nuestra respuesta. El monacato hoy también necesita la respuesta que los demás le den, necesita de todos para cumplir su función integradora. Les invito a descubrir que hoy el monacato es una dimensión de todos, una necesidad para todos y un camino a construir entre todos.

11 comentarios:

  1. Hola, soy Tomás, de Bilbao, y tuve una muy importante experiencia de unos meses en el Monasterio de Santa María de Sobrado de los Monjes, en La Coruña, en el año 1979, pero que me fué de gran ayudapara cambiar radicalmente el rumbo que llevaba mi vida.
    Me ha encantado este artículo por las ideas de renovación y aportación al mundo de hoy que trasmite, además de por la síntesis o encuentro con el zen, desde la espiritualidd cisterciense y cristiana. Yo también me encuentro en esta onda. Bueno, me gustaría ponerme en contacto contigo, Jose Antonio, para pedirte autorización para reproducir este artículo en un trabajo que estoy realizando. Es un proyecto que te lo podré explicar y que lo quiero presentar en forma de libro. Parte de la experiencia personal que tuve en Sobrado, aún remontándome a antes y siguiendo luego un proceso y otras experiencias que también recojo y que, como te he dicho, te puedo mostrar, pues ya estoy terminando este trabajo. Mi correo de email es tomitxu@gmail.com
    Muchas gracias en cualquier caso por esta valiosa aportación que realizas y nos podemos poner en contacto:
    Tomás.

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  2. Bienvenido Tomás, gracias por tu apoyo y me pongo en contacto contigo.

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  3. Estimado José Antonio, gracias por el post.
    Me parece todo lo dicho de mucho interés. Destaco esto de:
    "...se reclama la necesidad histórica de la experiencia monástica, entendida como experiencia de comunión e integración de toda la realidad que somos, para dar respuesta a la encrucijada histórica en la que estamos..."
    Coincidimos y aceptamos la invitación. No solo al diálogo sino a realizar la experiencia que propones en medio del mundo.

    Un saludo fraterno en el amor a Cristo

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  4. Yo también pasé por Sobrado además de por tantas otras experienciaas: zen, ashrams... Me siento en sintonía con todo lo que escribes y cómo lo escribes. Pensaba que era un bicho raro y estaba perdído...
    http://myashram.blogspot.com/

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  5. Deseo saber mas de tu experiencia con el deseo de apoyar, si es posible, vuestro ingreso a mi país (Colombia)

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  6. Querido Mario, ya sé que coincidimos en muchos aspectos y espero que poco a poco podamos recorrer en comunión el camino, gracias por tu amable atención.

    Eduardo, me alegro de conocerte, si estás en Madrid te animo a participar con nosotros en alguno de los talleres un día, así no conocemos, en cualquier caso si quieres me puedese escribir y nos mantenemos en relación.

    Queridos hermanos contemplativos en la ciudad, creo qeu compartimos muchas inquietudes similares, es una pena que estemos en paises diferentes, o quizá tenga su sentido, en cualquier caso internet nos facilita hoy providencialmente el conocernos y caminar en cierta medida juntos. Me podéis escribri si queréis y si no me pongo en contacto con vosotros y continuamos hablando.

    Un saludo para todos, en comunión.

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  7. Lo que propones aqui, es un intento muy valido, que dice mucho de la orden de los cistercienses. Personalmente me interesa saber mas sobre ello, y si hubiese alguna persona en Valencia, trataría de ponerme en contacto.

    Un saludo fraternal

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  8. ¡Me encanta ver lo motivados que estáis en este posible "soplo del Espíritu" en nuestra querida Orden, y cómo se van cruzando y encontrando vuestras vidas y uniendo intuiciones y aspiraciones!

    ¡Dios es grande en el camino contemplativo, y concretamente ahora en el cisterciense, tan amado, así que me alegro muchísimo con vosotros y oro por vuestros proyectos y encuentros!

    Un gran abrazo a "los conocidos" y también a "los desconocidos ¡por ahora!".

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  9. Un abrazo a Unsui y a Isabel, gracias por vuestros buenos deseos, seguimos en contacto y en comunión.

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  10. la verdad hay mucha gente que vive en el sufrimiento, en la soledad y en la ignorancia, me da mucha alegria encontrar estas experiencias de vida y me sorpende mucho que los monasterios ya esten mas abiertos a nosotros. Yo deseabha ser monja trapense pero se me nego y la verdad quiero vovler al camino de Dios, porque estube 7 años como dominica y nunc a me olvide de su espiritualidad el dia de hoy estoy fuera.

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  11. hola muy buenos dias quisiera saber como puedo vincularme a esta espiritualidad,quisiera orientacion acerca de como contactar una comunidad en colombia, en caso de no haber como puedo hacerlo con ustedes gracias

    moises garcia r
    moigarod@gmail.com - moisesmanuel@hotmail.com

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